De aviadores, verdades y cosas peores.

Posted on 13:22 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios

 

Hugo Triano Gómez. 



No hay más, ser aviador -alguien que cobra sin trabajar- es ruin. Exhibe de quien acepta serlo, carencia de sentido social. Su proliferación es en efecto una calamidad, un lastre. Uno que no solo debilita las arcas de las administraciones públicas que es donde comúnmente se da, sino que refleja también la poca estima de quien acepta el rol y la soberbia de quien lo promueve y lo permite.
Más que creíble, no es aceptable que un gobierno no esté al tanto de cuánta gente integra su plantilla laboral. Tiene, si no que conocer a todos sus integrantes con nombre y apellido, por lo menos la obligación de saber que en cada área se encuentra la gente que se requiera para tal tarea. Ni más, ni menos.
Ahora que el nuevo gobierno en Tabasco ha confirmado la existencia de "aviadores" en las dependencias que recibió, inició la marcha hacia un camino sin retorno, uno que no acepta ambigüedades, uno que tiene que llevar no solo a la corrección de la conducta sino hasta el fincamiento de responsabilidades.
Y es que el sentido común relaciona sin dificultad la "fuga de recursos" que se dio por la manutención indebida de los aludidos, con los problemas financieros que enfrenta el Estado. No importa en verdad, si la contribución de dicha fuga al daño causado fue poca o mucha, el daño -se confirma ahora-  existió y es sancionable.
No hay tampoco que ser doctos en cuestiones legales para advertir que mediante el pago a "aviadores" podrían tipificarse actitudes fraudulentas, desvío de recursos y hasta daño patrimonial previstas en la norma, agravada por el hecho de que no hubo el mínimo recelo para cuidar, administrar el recurso público por parte de quienes juramentaron hacerlo.
Es cierto que no hay documentado -al menos en Tabasco- el caso de algún "aviador" sancionado; ello no significa que no pueda suceder. Lo que debe estar claro, es que no bastará con "sacarlos de la jugada", con "acabarles su agosto" claro si se quiere ser congruente con la "clásica" frase aquella de que el actuar del gobierno siempre será "en estricto apego a la ley".
Ser estricto es lo que se requiere, aunque una vez más . . .también valor. 
Obvio es que la nueva administración en Tabasco deberá conducirse con extremo cuidado a la hora de llamar a alguien así. Se trata de castigar a quien lo merezca, no de hacer pagar a justos por pecadores. Ante ello será menester recurrir a los expedientes de cada quien, que deben existir, para determinar qué función desempeñó, desde el tiempo en que inició y qué resultados ofreció. La falta de estos, por muy duro que parezca,  pudiera representar la justificación que el gobierno necesita para deshacerse legalmente de quienes no requiere.
La administración pública ha sido por años un negocio de pocos en detrimento de muchos. Se requieren por tanto decisiones frontales, arriesgadas pero valientes, impopulares pero justificadas.
Aunado a ello, no es posible pensar que los municipios se excluyan de una purga de semejantes dimensiones. Más que por quedar bien con alguien, por salud propia deberán reflexionar que el ejercicio es indispensable para "estirar" y  hacer eficiente  el poco recurso con el que cuentan. Deben abstenerse de caer en la tentación de solo sustituir unos (allegados) por otros, confiando en la falta de atención y en la protección estatal. Deben ser conscientes que los Ayuntamientos pudieran ser vistos como el "refugio natural" de quienes, cual ratas del barco, han huido de éste cuando empezó. . . a naufragar

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